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EL CÓDIGO DE LA BIBLIA

¿Ficción o realidad?

Hace más de diez años, allá por el año 1997, se publicaba en los Estados Unidos “The Bible Code” (El Código de la Biblia), que poco tiempo más tarde se convertiría en un best-seller mundial. Siendo el precursor de la oleada de los diferentes “códigos literarios”, en dicho libro, su autor Michael Drosnin expone audazmente una tesis tan asombrosa como fascinante: que dentro de lo que los cristianos conocen como el Antiguo Testamento y los judíos como Tanaj se halla oculto de modo criptográfico un código que, al parecer, contiene información de innumerables personalidades y eventos importantes de la humanidad en toda su historia pasada, presente y futura.

En los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, el Rabino Michael Weissmandel, encontró un curioso patrón en la versión original hebrea de la Torá (el Pentateuco o “Los libros de Moisés”). Se dispuso a buscar letras para formar palabras en dicho texto pero de a saltos, es decir, contando el mismo número de caracteres entre letra y letra. De esta manera, Michael encontró en el Génesis, comenzando desde la primera letra hebrea tav hasta la siguiente letra hebrea vav y luego resh y por último hei, la palabra Torá en hebreo. Para ello escogió adrede el intervalo de 50 caracteres o letras. ¿Y por qué adrede? Pues la razón es que desde que el pueblo judío salió de Egipto hasta que Yahvé le dio la Torá a Moisés pasaron exactamente 50 días.

No se detuvo allí y aplicó la misma razón para buscar en el siguiente libro de la Torá, el Éxodo. Y nuevamente cada 50 letras o caracteres encontró el mismo resultado: la palabra hebrea Torá.

Este hecho curioso principalmente, cautivó al profesor de matemáticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Eliyahu Rips, cuando allá por los años ochenta ideó junto a algunos compañeros como el Doctor en Física, Doron Witzum y el programador informático Yoav Rosenberg, un programa informático que permitiría llevar a cabo ese tipo de saltos entre letras o caracteres a grandes velocidades comparado con el rudimentario método del Rabino Weissmandel que consistía en la búsqueda manual.

Dicho método fue denominado por Witzum, Rips y Rosenberg como ELS o Equisdistant Letter Sequences (Secuencias de Letras Equidistantes). Método que más tarde se haría famoso por la publicación de la tesis en la prestigiosa revista de matemáticas Statistical Science del Institute of Mathematical Statistics de EE.UU bajo el título “Equidistant Letter Sequences in the Book of Genesis” (Secuencias de Letras Equidistantes en el Libro del Génesis).

En dicho documento alegaban haber encontrado en el Génesis hebreo (el original del cual se desprenden todas las versiones del mundo) los nombres de 32 rabinos hebreos codificados cerca de sus respectivas fechas de fallecimiento y, si se encontraban disponibles, las fechas de nacimiento.

Según sus análisis las probabilidades de encontrar estos resultados por azar era de ¡uno entre diez millones!, sobrepasando la usual uno entre mil que ya se considera no azaroso. Para corroborar sus resultados utilizaron como texto de control o de prueba la traducción hebrea del libro “Guerra y Paz” de Tolstoy consistente en la misma cantidad de letras que el Génesis. Según sus análisis, nada extraordinario fue hallado en "Guerra y Paz".


Este hecho motivó al periodista Michael Drosnin a comprobar él mismo las diferentes matrices que pudiera arrojar la búsqueda en la Biblia hebrea, a pesar de que el experimento de Rips sólo hacía hincapié en la supuesta codificación intencional del primer libro de la Biblia: el Génesis. Y, como era de esperar, encontró algo. Resultó ser el nombre completo del, por entonces, primer ministro israelí Itzhak Rabín codificado una sola vez en toda la Biblia; sólo aparece en el Deuteronomio.

Lo impresionó leer, cruzando a “Itzhak Rabín”, la expresión “asesino que asesinará” y sin dudar creyó que se trataba de un hecho futuro del cual él debía alertar. Era 1994 y aún restaba poco más de un año para el asesinato del primer ministro, cuando le envió una carta a Rabin en la que declaraba: “Un matemático israelí ha descubierto en la Biblia un código secreto que parece revelar hechos ocurridos miles de años después de su escritura. Si me he permitido escribirle es porque la única vez que su nombre completo aparece codificado en la Biblia, las palabras ‘asesino que asesina’ lo atraviesan”

En realidad, la frase que él traduce como “asesino que asesinará” es leída sin ningún salto literalmente en Deuteronomio 4 versículo 42. En la Biblia aparece como “...el que, sin premeditación ni rencor alguno, hubiera matado a su prójimo.”

El hecho lamentablemente aconteció el 4 de noviembre de 1995 y, desde entonces, Michael Drosnin sigue sosteniendo que ello no fue fruto del azar sino de la codificación indiscutible de la Biblia.


Para buscar las secuencias de letras equidistantes en un texto, se eliminan los espacios y marcas de puntuación sin alterarse el orden de las palabras, de manera tal que el texto se convierte en una hilera continua de letras. Por ejemplo, tomamos las primeras 200 letras del clásico literario "Moby Dick" en inglés:


CALL ME ISHMAEL. SOME YEARS AGO--NEVER MIND HOW LONG PRECISELY--HAVING LITTLE OR NO MONEY IN MY PURSE, AND NOTHING PARTICULAR TO INTEREST ME ON SHORE, I THOUGHT I WOULD SAIL ABOUT A LITTLE AND SEE THE WATERY PART OF THE WORLD. IT IS A WAY I HAVE OF DRIVING


El texto queda de la siguiente manera:


CALLMEISHMAELSOMEYEARSAGONEVERMINDHOWLONGPRECISELYHAVINGLITTLE..”



Ahora, estamos listos para buscar la palabra deseada. Por ejemplo, busco la palabra "sol" y la computadora me informa que sólo aparece unas seis veces; es decir que la palabra "sol" sólo es posible encontrarla en forma de secuencia de letras equidistantes solamente unas seis veces en todo el texto.

En este caso, he escogido sólo uno de esos seis resultados. La palabra "sol" puede ser encontrada leyendo de atrás hacia adelante en todo el texto con un salto de 24 letras:

..INGLITTLEORNOMONEYINMYPURSEANDNOTHINGPARTICULARTOINTEREST..”


La computadora nos muestra la palabra en una "matriz":





Para explicar el procedimiento, digamos que la computadora empezó por la primer letra “s” que existe en el texto y luego buscó la primer letra “o” siguiente a la “s”; así fijó la distancia que debe haber para las demás letras de la palabra. En esta matriz, desde la letra “s” hasta la siguiente letra “o” hay 24 letras, entonces la distancia entre la “o” y la “l” debe ser de 24 letras.

La distancia entre letras puede llegar hasta números muy elevados como por ejemplo “Itzhak Rabín” que aparece una sola vez en la Torá con un salto de 5000 letras. Y esto no es nada, hay matrices que se han encontrado con un número superior de saltos de letras.

Claro está que este trabajo se realiza millones de veces más rápido de lo que se podría hacer a mano. Es por ello que la computadora es tan necesaria en la búsqueda de una palabra en forma de secuencia de letras equidistantes.

Una vez encontrados todos los resultados de la palabra buscada, la computadora nos la muestra de manera bidimensional en la pantalla para ser más apreciable el resultado. Para lo cual, se dividen la longitud total del texto completo en el cual se realizó la búsqueda por la distancia que hay entre las letras de la palabra. En nuestro caso, la computadora ha encontrado en las primeras 200 letras de "Moby Dick" la palabra “sol” con un salto de 24 letras, entonces la computadora dividió 200 por 24 dando un resultado de 8,333 (8 filas de 24 letras y una de 8 letras)

En la matriz anterior hay 8 filas de 24 letras cada una y la novena fila sólo consta de la tercera parte de 24 (8 letras) para que nosotros podamos ver la palabra como si se leyera de arriba a abajo o viceversa. La computadora sólo nos muestra el centro de la matriz.

Habiendo ingresado la palabra o expresión principal, se introducen nuevas palabras para buscar “alrededor” de la primera. Por ejemplo, encontramos la palabra "día"con un salto de 53 letras:



Todo esto se realizó a modo de ejemplo ya que el alegado fenómeno del "código" sólo es buscado en los libros de la versión Koren de la Biblia hebrea.

***

Es interesante saber que Robert Kass, quien fuera el director de la revista Statistical Science en 1994, aclaró en el prefacio de la revista que “el documento fue ofrecido a nuestros lectores como un desafiante rompecabezas.”
Más tarde, el mismo Kass hizo una declaración en la que, además de desmentir su creencia en el supuesto "código" del Génesis, aseguraba haber publicado el documento de Witzum y cía. “...con la esperanza de que alguien dé un paso adelante y haga el cuidadoso análisis requerido para solucionar el rompecabezas...”

En 1999, el profesor del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional Australiana, Brendan McKay, junto con los matemáticos Dror Bar-Natan y Gil Kalai, y la psicóloga Maya Bar-Hillel, publicó un documento en Statistical Science titulado “Solving The Bible Code Puzzle” (Resolviendo el Rompecabezas del Código de la Biblia) donde proporciona una refutación adecuada de las investigaciones de Witztum y Rips. McKay y sus compañeros aseguraron haber encontrado resultados similares en la traducción hebrea de "Guerra y Paz" de Leon Tolstoy. Los puntos principales de la refutación eran:


  • Los datos usados por Witztum y Rips consistían en una lista de nombres de rabinos hebreos. La lengua hebrea es flexible en cuanto a que los nombres propios pueden variar, y cada rabino tiene varias denominaciones diferentes (alias y apodos), con lo que se debería ser muy cuidadoso en cuanto a como escoger cada nombre. Luego el resultado podría ser explicado reclamando que los datos no fueron escogidos correctamente. Extraído del documento: " ... los datos estaban muy lejos de estar claros, debido al modo de realizar el experimento. Más bien el repertorio de opciones disponibles era enorme, sobre todo en la elección de los nombres de los rabinos".


  • Hay pruebas indirectas que los datos, de hecho, no fueron recogidos correctamente; es decir, la elección de los nombres y su forma de escribirlos fue orientada de algún modo para que encajara con la hipótesis del código. Extraído del documento: “...Menachem Cohen del Departamento de la Biblia en la Universidad Bar-Ilan, después de estudiar la listas de WRR reportó que no tienen ninguna base científica, y son enteramente el resultado de una inconsistente y arbitraria elección”


  • Los intentos de reproducir el experimento no alcanzaron el mismo resultado. Extraído del documento: "Un problema técnico que nos dificultó la investigación es que Witztum y Rips no nos han prestado sus programas de computadoras originales. Ni los dos programas distribuidos por ellos, ni nuestras propias implementaciones del algoritmo tal y como aparece descrito en los documentos de Rips y Witztum producen exactamente las distancias que se dicen".


En una entrevista para la revista norteamericana "Newsweek", Drosnin aseguró
“Cuando mis críticos encuentren un mensaje acerca del asesinato de un primer ministro codificado en Moby Dick, les creeré”. Esto llevó a Brendan McKay a buscar diferentes nombres de personajes asesinados de la historia contemporánea en la versión inglesa de Moby Dick. El resultado fue asombroso, no sólo se encontró con el asesinato de Indira Ghandi, sino también los asesinatos de Martin Luther King, John F. Kennedy, Abraham Lincoln, e Yitzhak Rabin, así como la muerte de Diana, Princesa de Gales.
Por mi parte he encontrado estas matrices en Moby Dick referidas a Mahatma Gandhi, político, pacifista, quien fuera asesinado por un radical hindú en 1948.




***

Expongo algunos ejemplos de la posibilidad de encontrar matrices asombrosas en el libro "Guerra y Paz" traducido al hebreo del escritor Leon Tolstoy:

(Matriz referente a Gandhi y sus años de nacimiento y muerte)





(Matrices que hacen referencia al atentado encontradas en "Guerra y Paz")


(Matriz que hace referencia al atentado terrorista
del 7 de Julio de 2005 en Londres encontrada en "Guerra y Paz")

(Matriz referente al ensayo atómico de Norcorea)

(Matriz que hace referencia al fatídico día en el que los Estados Unidos
arrojaron la bomba nuclear en Hiroshima
encontrada en "Guerra y Paz")



Durante diez años se ha ido propagando esta ola de “decodificadores de la Biblia” que, juntos, arrojaron cientos y cientos de diferentes matrices; fruto de la búsqueda incansable en la Biblia. Algunos, incluso han llegado a encontrar secuencias ¡de más de 250 letras equidistantes! alegando que esos “códigos” no pueden ser encontrados en cualquier otro texto literario.

Las búsquedas que circulan por Internet no se realizan bajo las más estrictas normas de seguridad e infabilidad estadística sino todo lo contrario, muchas son de personas que no conocen el hebreo y que cometen errores gramaticales. Pero no sólo es ese el problema sino que el experimento de Witzum, Rips y Rosenberg sólo fue realizado en el libro del Génesis y no en la Tanaj, ni siquiera en la Torá. Sin embargo, Michael Drosnin presenta sus matrices extraídas tanto de la Torá (Pentateuco) como de la Tanaj o Antiguo Testamento.

De hecho existe una desvinculación de Eliyahu Rips con respecto a Michael Drosnin. Rips declaró:


No respaldo el trabajo del Sr. Drosnin acerca de los códigos, ni las conclusiones a las que llega.... Todos los intentos para extraer mensajes del código de la Torá, o de hacer predicciones basadas en él, son inútiles y sin valor. Esta no es sólo mi opinión, sino la opinión de cada científico que ha estado involucrado en la investigación seria de códigos.”


A pesar de esta declaración, Drosnin sigue insistiendo en que el código se puede emplear para predecir tal y como lo hizo con la supuesta tercera guerra mundial y el holocausto atómico que tendría lugar en el ya pasado año judío 5766.



Uno de los pilares de la creencia en dicho código se basa en la argumentación de que el Pentateuco (Torá) no ha sido nunca adulterado desde que fue escrito por Moisés allá en el Monte Sinaí mientras Yahvé le dictaba.

Se cometen dos graves errores:

  1. El Pentateuco presenta varias irregularidades como para ser considerado escrito por Moisés, sino ¿Cómo se explica que en Deuteronomio se relate la muerte de Moisés como hecho ya pasado? Este es sólo un ejemplo, quienes se interesen deberían leer algunos libros de filólogos bíblicos (“personas que se ocupan de los textos bíblicos, a través de los cuales pretenden reconstruir, lo más fielmente posible, la cultura que dio lugar a esos textos y que subyace a los mismos. El filólogo se sirve, por tanto, del estudio del lenguaje, la literatura y demás manifestaciones escritas, en tanto en cuanto constituyen la expresión de una comunidad cultural determinada”)

  2. Los israelíes actuales conocen muy bien no menos de 7 diferentes versiones existentes de la Biblia en los cuales la mayor diferencia con respecto a la versión Koren, que es la usada por Witzum y cía., es de 43 letras. Cabe aclarar que los fragmentos más antiguos de la Biblia, son los encontrados en el Mar Muerto en 1947 y tampoco coinciden letra por letra con la edición Koren.


Tal vez no signifique demasiado para el lector de la Biblia; algunas pequeñas variaciones de letras no dificultan la lectura y comprensión del texto literal pero, para una secuencia a saltos esa diferencia de 43 letras puede ser destructiva. Por una letra, una palabra o frase no aparecería en ninguna matriz.


Otra de las objeciones que se le puede hacer a la demanda de un código oculto en la Biblia es la referida al alfabeto hebreo, el cual consta solamente de 22 letras.

No es significativo comparado con las 27 del idioma español o las 26 del idioma inglés pero si nos fijamos en la cantidad de letras del Antiguo Testamento hebreo nos daremos cuenta de que éste consta de un poco más de 1,900,000 letras contra las casi 2,500,000 letras de la versión inglesa. Es decir, que para decir lo mismo, para transmitir los mismos conceptos, el idioma inglés utiliza más letras en sus palabras. Esto demuestra que el diccionario hebreo contiene palabras de menos letras que el inglés. Y todos sabemos que cuanto más letras tenga una palabra más difícil será encontrarla en forma de secuencia equidistante.


No cabe ninguna duda de que, al leer los libros de Drosnin uno queda asombrado ante la exposición certera de un supuesto “hecho científico”. Pero todos nosotros tenemos la habilidad de pergeñar un relato atrapante basado en supuestas demostraciones científicas tan bien como lo hace Drosnin.

No puede existir un código en un texto literario por más “inspirado divinamente” que haya sido. Y ello se debe a la sencilla razón de que la Verdad jamás puede estar encasillada en un libro; aunque se derive de un “código oculto” seguiría estando encasillada.

Las contradicciones en la Biblia reconocidas por muchos devotos a la misma, incluidas aquellas derivadas de la primitiva noción de un Dios airado contra la noción elevada de un Padre amante y misericordioso, hacen imposible entender la Biblia como un escrito totalmente inspirado o dictado por inteligencias superiores y , mucho menos, por Dios.

La Biblia dista de ser de principio a fin, un libro “divino”, pero en sí demuestra en algunos aspectos la evolución del concepto que los hombres tenían de Dios.

El código oculto en la Biblia no es tal, las estadísticas demuestran que los resultados son frutos del azar; del buscar palabras y/o frases enteras en un texto cualquiera, tal y como lo demuestran las matrices encontradas en Guerra y Paz.

Michael Drosnin tergiversa las estadísticas cuando afirma que la probabilidad de un hecho es significativamente alta pero lo cierto es que desde que publicó The Bible Code (El Código Secreto de la Biblia) no acertó, afortunadamente, a ninguna de sus predicciones basadas en diferentes matrices allí expuestas, por ejemplo, el tal anunciado “holocausto atómico” y la “guerra mundial” en el año judío 5760 (2000) y con más probabilidades en el 5766 (2006). Tampoco hubo noticias de misiles teledirigidos a Nueva York en 5764 (2004); o de aquel atentado terrorista en el año 2005 en el que se utilizaría como arma el virus de la viruela. Todas estas y muchas más descabelladas matrices se encuentran en los dos libros de Drosnin, "El Código Secreto de la Biblia" y "El Nuevo Código Secreto de la Biblia".

Muchos científicos que defienden la teoría del “código oculto” son judíos ortodoxos, es decir, son personas que se ven influenciadas más por la religión que por la estadística, pues si el “código” fuese un hecho científico tendría pruebas concretas y no azarosas y especulativas; e inmediatamente la comunidad científica internacional pondría toda su atención en dicho fenómeno.

Es más, 55 matemáticos de varias universidades de todo el mundo, incluída la Universidad Hebrea de Jerusalén, que han estudiado el documento de Witzum y cía. publicado en Statistical Science en 1994, han firmado una declaración en la que aseguran que "la teoría es infundada" y "poco convincente".



El código de la Biblia es un fraude, una artimaña que no hace más que desilusionar sino a muchos que se atrevieron a creer en dicho fenómeno y en adentrarse en la búsqueda de hechos pasados y, por sobretodo, hechos futuros como si fuese un oráculo del tiempo. El sueño de la humanidad se compone, entre otras cosas, del hecho de tener control absoluto del tiempo, de saber qué nos depara el destino y para ello se está dispuesto a acudir a diferentes pitonisas u oráculos. El código de la Biblia funciona de la misma manera que el oráculo de Delfos pero con un agregado extra: sus defensores alegan ser racionales y basarse en un hecho científicamente demostrable que sostiene al fenómeno como uno de los descubrimientos más importantes de la humanidad.

Quién sabe, tal vez la única matriz altamente significativa y sensata que se pueda encontrar en la verdadera Biblia y no en otro texto sea ésta:


(Matriz encontrada en la Tanaj hebrea original)